19 febrero, 2010

Buscan captar voto latino


Aumenta el descontento entre  los latinos  por el pesimismo  en que se entreteje  la  ley de reforma migratoria, y a medida que la esperanza decrece, así también lo hace la popularidad de Obama en la comunidad hispana.

El senador demócrata de Los Angeles,  Gilbert Cedillo, quien fue uno de los lideres latinos en apoyar la campana de Barack Obama, admite sentirse totalmente decepcionado ante la posibilidad de que el presidente rompa su promesa de legalizar a millones de hispanos.

Uno de los hechos más criticados recientemente a Obama,  fue el mes pasado en su discurso del Estado de la Unión, donde el escasamente dedicó 10 segundos a este gran problema que aflige a 12 millones de personas.

Según algunos defensores de Obama,  la inmigración ha pasado a un segundo plano, debido a una serie de temas difíciles por los que atraviesa el actual  gobierno, incluyendo dos guerras, la economía y la tan discutida reforma de salud. Dichos defensores aseguran que políticamente tratar el tema de inmigración  en estos momentos, seria como agregar leña al fuego.

Sin embargo,  para el senador Cedillo,  la situación por la que atraviesa el país no debe ser excusa para  que Obama no cumpla con la promesa hecha a la comunidad latina durante su campaña electoral. Asegurando que Barack Obama, era consciente de todos los problemas que enfrentaba el país antes de ser elegido presidente.


Por su parte, los republicanos están aprovechando los sentimientos de cólera, decepción y frustración de muchos hispanos a favor de los próximos comicios electorales  en noviembre 2010.

Héctor Barajas, consultor de comunicaciones para el Senado Republicano Estatal de California,
asegura que el Partido Republicano ganará terreno entre los latinos una vez que los hispanos se den cuenta "de que  la oferta de los demócratas es sólo un montón de promesas vacías".


Lo cierto, es que mientras demócratas y republicanos se preocupan por el voto latino, el cual  podría ser  factor decisivo en no menos de 40 carreras en el Congreso, ninguno de los dos partidos se ponen a pensar en como resolver  la  incertidumbre  migratoria en la que viven millones de personas. No existe un consenso entre ambos partidos, y la realidad es que el partido de oposición al actual gobierno no hace ni deja hacer, o como dice el dicho: "Ni lava ni presta la batea".





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